EL SAN JUAN EVANGELISTA DE SEBASTIÁN DE LLANOS Y VALDÉS.

Sobre la puerta de acceso a la sacristía del antiguo convento de frailes victorios cuelga un lienzo documentado por el profesor José Fernández López en 1993, de Sebastián de Llanos Valdés.

La obra, firmada y fechada en 1676 (en el reverso: “Don Sebastián de Baldes/Año de 1676) forma parte de una reducida producción conservada y conocida del pintor barroco.
Sebastián de Llanos Valdés nació posiblemente en Sevilla, donde, según Juan Agustín Ceán Bermúdez aprendió en el taller de Herrera el Viejo hasta 1630.
Fue fundador junto a otros artistas locales de la Academia de pintura. Le tocó vivir en una etapa de esplendor artístico en la que a pesar de los grandes pintores que lo rodearon (Murillo, Zurbarán, Valdés Leal y Herrera el Viejo) supo evolucionar desarrollando un estilo con el que se convirtió en un pintor respetable abriendo en 1633 taller propio.
De Llanos Valdés fue un artista ecléctico con desigualdades técnicas debido a las diferentes influencias recibidas por sus compañeros; asumió un estilo zurbaranesco con matices de expresividad murillescos, siempre con la base legada de su maestro Herrera el Viejo.
La pareja de cuadros, “Los Santos Juanes” que conservamos en Conil forman parte de su etapa de madurez (desde 1660 hasta el año de su muerte en 1677). Ambos muestran un estudio anatómico minucioso, una perspectiva aceptable, expresividad resuelta de una forma algo tensa y fría, mostrando un realismo propio de Zurbarán y de Herrera el Viejo.
La pincelada, aunque precisa, es poco suelta, sobre todo en el dibujo y los colores vivos.
El cuadro de San Juan Evangelista contiene un paisaje marino aludiendo a la isla griega de Patmos, donde, como bien indica Francisco Pacheco "tuvo admirables ilustraciones y revelaciones y escribió el Apocalipsis" fue enviado allí por orden del emperador Domiciano pues los romanos tenían la ínsula istmo como prisión. Allí permaneció dos años.
El "Discípulo Amado" entado, mira al cielo buscando la inspiración divina para escribir el Apocalipsis, de hecho en la parte superior izquierda aparece la visión de la Mujer apocalíptica.
Las pintura presenta un claro influjo del pintado por Velázquez con el mismo tema, de 1618, conservado en la National Gallery de Londres. Su luminosidad es tenebrosa y el colorido de mayor viveza que el de Velázquez.
La obra "del Evangelista" fue recuperada del abandono y de las pésimas condiciones en las que se vio hace algunos años, tras el abandono en la casa de un artista local, que quiso realizarle una más que discutible “restauración”, encontrándose en la actualidad en unas buenas condiciones de conservación pero con señales evidentes de alteraciones en el color, el dibujo, elementos artificiosos,... el cuadro fue despojado de su calidad primitiva.











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